Cuando Luis Gonzaga Urbina (1868-1934) era muy joven, ingresó como redactor al diario El Siglo XIX, y así inició una larga carrera como periodista. Fue maestro de literatura española en la Escuela Nacional Preparatoria, de la que era egresado; fue secretario particular de Justo Sierra y, en 1913, ocupó el cargo de director de la Biblioteca Nacional. A lo largo de su vida, Urbina colaboró en diversos periódicos y revistas y perteneció al grupo de la Revista Azul. Los aspectos más interesantes y sobresalientes de su personalidad literaria los encontramos en sus poemas, críticas, crónicas e investigaciones literarias, que aparecieron en Lámparas en agonía (1914), Antología del centenario (1910), y La vida literaria de México (1917). El presente volumen, con prólogo y selección de Julio Torri, nos presenta al Urbina cronista, para lo cual Torri eligió algunos textos de Psiquis enferma (1922), caracterizados por su fuerte realismo; Cuentos vividos y crónicas soñadas (1915) y Estampas de viaje (1919). |