Justo Sierra Méndez (1848-1912) nació en la ciudad de Campeche donde realizó sus primeros estudios. En 1861 se trasladó a la ciudad de México, donde obtuvo el título de abogado. Su vocación literaria y sus preocupaciones e inquietudes por la historia, la sociología y la educación se fueron manifestando y consolidando a través de sus publicaciones en los periódicos de la época. Justo Sierra llegó a ocupar varios cargos públicos, como el de diputado en el Congreso de la Unión, el de magistrado en la Suprema Corte de Justicia y el de subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, labor que culminó en 1910 con la fundación de la Universidad Nacional.
En esta ocasión y como muestra de gratitud, la Biblioteca del Estudiante Universitario publica el presente volumen, con algunas de las mejores prosas que don Justo Sierra escribió refrentes a historia, literatura y oratoria. A manera de epílogo, aparece publicada la ultima carta del maestro. El prólogo y la selección fueron preparados por otro insigne hombre de nuestra Universidad y de nuestra cultura: Antonio Caso.
Justo Sierra Méndez (1848-1912) nació en la ciudad de Campeche donde realizó sus primeros estudios. En 1861 se trasladó a la ciudad de México, donde obtuvo el título de abogado. Su vocación literaria y sus preocupaciones e inquietudes por la historia, la sociología y la educación se fueron manifestando y consolidando a través de sus publicaciones en los periódicos de la época. Justo Sierra llegó a ocupar varios cargos públicos, como el de diputado en el Congreso de la Unión, el de magistrado en la Suprema Corte de Justicia y el de subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes, labor que culminó en 1910 con la fundación de la Universidad Nacional. Este volumen reúne algunas de las mejores prosas que Justo Sierra escribió referentes a literatura, historia y oratoria. El prólogo y la selección fueron preparados por otro insigne hombre de nuestra Universidad y de nuestra cultura: Antonio Caso. |