Hasta 1959, cuando apareció por vez primera este libro que ahora alcanza su séptima edición, el único testimonio organziado sobre la Conquista era la crónica victoriosa de los propios españoles. Miguel León-Potilla tuvo el incomparable acierto de organizar textos traducidos del náhuatl por Angel María Garibay para darnos la Visión de los vencidos: la imagen que los indios de Tenochtitlan, Tlatelolco, Tezcoco, Chalco y Tlaxcala se formaron acerca de la lucha contra los conquistadores y la ruina final del mundo azteca.
Relato de los presagios que anunciaron el desastre, descripción del avance de Cortés, crónica de la batalla heroica de los antiguos mexicanos en defensa de su cultura y de su misma vida, elegía de una civilización que se perdió para siempre, gran poema épico de los orígenes de nuestra nacionalidad, Visión de los vencidos es ya un libro clásico y una obra de lectura indispensable para todos los mexicanos.
Grandes poemas épicos de los orígenes de nuestra nacionalidad son estos escritos que nos proporcionan la imagen que se formaron los nativos de Tenochtitlan, Tlatelolco, Texcoco, Chalco y Tlaxcala acerca de la lucha contra los conquistadores y la ruina del mundo azteca. Destacan los relatos de los presagios que anunciaron el desastre, los que describen el avance de Cortés, y los de la crónica de la heroica batalla de los antiguos mexicanos en defensa de su cultura. Todo ello, como elegía de una civilización que fue destruida. El capítulo "Lo que siguió" muestra cómo algunos sacerdotes, sabios y sobrevivientes rescataron el recuerdo, en imágenes y palabras, de la tragedia y del heroísmo que sostuvo a su pueblo hasta el final de su existencia. La vigésima novena edición (2007) está enriquecida por un nuevo capítulo llamado "Tlaxcaltecáyotl", es decir, a la manera tlaxcalteca. Es un canto triste que se entonaba al son de los atabales, los "huéhuetl", los "teponaxtli" y la música de las flautas. Se ofrece no ya sólo en traducción al castellano sino acompañado de su versión original en la lengua que hablaron Nezahualcóyotl y Cuauhtémoc.