Fascinación sería el término que mejor se ajusta a la figura de fray Servando Teresa de Mier, una referencia clave de la época de independencia de México. En él confluyen un pensamiento político original y una personalidad extravagante, acentuada en el curso de la vida azarosa y viajera que llevó desde que fue condenado a diez años de destierro en la península ibérica. Mier fue actor y testigo del proceso revolucionario, fue asimismo una gran polemista, promotor, difusor e historiador de la revolución de independencia. Su pensamiento febril transitó por una defensa de la monarquía constitucional a un republicanismo acendrado, de sesgo centralista. No obstante, siempre mantuvo constante tres ideas: su defensa de una Carta Magna que dataría de los tiempos de la Conquista; su reivindicación de las llamadas antigüedades mexicanas, es decir, de una historia prehispánica rica y civilizada, y la necesidad de la independencia absoluta de España: los americanos tenían derecho a su tierra como resultado como resultado de una herencia, por parte de madre por ser ella la dueña de la tierra, y de padre por ser hijos y descendientes de los conquistadores. Los tres ejes de su pensamiento enlazaban el presente con la historia, de modo tal que las proclamas independentistas se justificaban con el pasado y no se exponían como una ruptura.
Durante los más de veinte años que vivió en Europa conoció a importantes personalidades políticas e intelectuales como Henri Grégoire, José María Blanco White, Andrés Bello, José de San Martín, Vicente Rocafuerte, Alexander von Humboldt, Lucas Alamán. Estuvo en el vértice de las discusiones en aquellos otros centros revolucionarios ubicados en Europa, o incluso en los Estados Unidos. Su escritura autobiográfica, veloz e incisiva, llena de gran ironía, representa un buen ejemplo y el embrión de la literatura independiente.
Marginada por buena parte del siglo XX, la cultura mexicana decimonónica tuvo defensores eruditos y vehementes como el escritor, bibliófilo y explorador de las mentalidades Enrique Fernández Ledesma, autor de Viajes al siglo XIX, libro que da título a esta serie de antologías de figuras tutelares de dicha centuria. Los compiladores y ensayistas de cada volumen ofrecen lecturas e interpretaciones amenas y novedosas, sustentadas en la pasión literaria y en el rigor historiográfico que convocan aquellos contemporáneos de un pasado indiscernible del México actual.
La Universidad Nacional Autónoma de México, el Fondo de Cultura Económica y la Fundación para las Letras Mexicanas han desarrollado este importante proyecto que ahora llega a los lectores con el propósito de ofrecer una visión renovada de fundamentales autores nuestros.