Fernández de Lizardi escribió para ser escuchado por un pueblo analfabeto. Periodistas y autor de folletos por vocación –novelista por contingencia–, sus propuestas futuristas mantienen su vigencia. Como prolijo autor liberal fue huésped asiduo de prisiones y un católico excomulgado por reformistas. También sus textos son divertidos. Si El Periquillo Sarniento se lee transversalmente, deteniéndose en sus acudidos cáusticos y brincándose prédicas moralinas, en esta antología, dividida en temas, se descubre el humor mordaz de un alma de cántaro que analizó la vida nacional y el proceso de Independencia, e ideó cómo sanar las llagas que dejaron. Leer estas páginas es topar con un pionero de las letras y una aguerrida bella persona. Marginada por buena parte del siglo XX, la cultura mexicana decimonónica tuvo defensores eruditos vehementes como el escritor, bibliófilo y explorador de las mentalidades Enrique Fernández Ledesma, autor de Viajes al siglo XIX, libro que da título a esta serie de antologías de figuras tutelares de dicha centuria. Los compiladores y ensayistas de cada volumen ofrecen lecturas e interpretaciones amenas y novedosas, sustentadas en la pasión literaria y en el rigor historiográfico que convocan aquellos contemporáneos de un pasado indiscernible del México actual. La Universidad Nacional Autónoma de México, el Fondo de Cultura Económica y la Fundación para las Letras Mexicanas han desarrollado este importante proyecto que ahora llega a los lectores con el propósito de ofrecer una visión renovada de fundamentales autores nuestros.