De las varias anécdotas que narra, Olímpica (1962) es sobre todo la historia de un amor incomprendido: el de una mujer de 37 años, María del Refugio Sobrevals, virgen y mártir, de "ojos tan tristes como una tumba fría" y nacida para "sufrir en el amor", que se enamora perdidamente de un hombre "sin oficio ni beneficio, explorador, chantajista y todo lo que usted pueda imaginar".
Es la primera obra en tres actos de Héctor Azar (1930), quien desde muy joven se dedicó por completo al teatro. Inicialmente en el Teatro de Coapa, que se considera origen del actual Teatro de la Universidad de México, del que llegó a ser director. En fechas más recientes fundó la compañía Nacional de Teatro. Azar escribió en un principio varias piezas en un acto entre las que destaca la apassionata (1958).
La acción de Olímpica se desarrolla en los años cincuenta en una vecindad que da al jardincito situado frente a la Alameda de la ciudad de México, entrelas iglesias de la Santa Veracruz y San Juan de Dios, donde antes hubo un mercado de flores y coronas fúnebres. Transcurre un martes, día en que las solteras visitan la imagen de San Antonio rogándole les consiga un esposo- Los personajes son, en general, gente buena, que parece dichosa, pero que a veces despiertan a los demás "a medio anochecer con sus lloridos como pitidos de las cruces rojas".
El tema de la obra es la frustración, que se ve paliado por el humbor de Azar y suavizado por la música del vals porfiriano del que toma nombre.