Perséfone, nombre que significa "la que destruye la luz". era. dentro de la religión griega, la esposa del soberano de los infiernos y, en consecuencia, encarnaba un poder demoníaco que, despiadadamente, arrastraba todo lo viviente hacia los oscuros abismos subterráneos. Los griegos denominaban a la tumba "la cámara de Perséfone". Por su condición de divinidad infernal se le sacrificaban vacas negras y estériles. Sin embargo, también se le conocía con el nombre de Core, la doncella, y en esta advocación personificaba a la encantadora hija de la Madre Tierra, la fuerza inextinguible de la naturaleza y la inmortalidad del alma. Sus atributos en esta condición eran las espigas, la antorcha --símbolo de los misterios eleusinos--, la granada y el narciso.
Homero Aridjis (Contepec, Michoacán, 1940) es uno de los poetas mexicanos más obsesionados con el tema de la mujer y la relación amorosa. Perséfone (1967) --un poema nocturno y uno de los más largos que se han escrito en México-- el autor asume el misterio femenino al retomar en cierto modo el mito griego y el de todas las mitologías antiguas y modernas tejidas en torno al tema en un libro que "es más o menos circular: comienza en la noche y termina en la noche".
Aridjis consigna que tardó cuatro años en componer Perséfone, poema que describe, sobre todo, las transformaciones de un ser. "Cómo se conoce a una persona y cómo va cambiando a través de los instantes; cómo la tienes y cómo la pierdes, y cambia y es otra, y vuelve a ser casi la misma, pero no la misma..."