Moisés ben Maimón, conocido como Maimónides según la versión latinizada de su nombre, nació en Córdoba en 1135 y murió en Fustat (El Cairo) en 1204. Es el filósofo judío más grande de la Edad Media, pues supo asimilar en un momento histórico crucial la información científica, religiosa y filosófica existente, y darle la forma adecuada para imprimir a sus textos el carácter sincrético y genial que poseen. Su obra, tanto filosófica y teológica como médica y epistolar, adquirió gran importancia en el mundo mediterráneo de las tres religiones monoteístas. Dirigida a quienes dudaban y estaban perplejos por las aparentes contradicciones entre la verdad filosófica o científica y la fe religiosa, la "Guía de los perplejos" tiene el propósito de esclarecer uno de los problemas esenciales de su época: el enfrentamiento entre razón y fe. La influencia de esta obra se dejó sentir con la misma fuerza en el mundo islámico, cristiano y judío. Los sabios mahometanos la estudiaron detenidamente y, a través de las versiones latinas, se leía en las universidades de Montpellier, Padua y París. Alberto el Magno y Tomás de Aquino la tomaron como modelo para el desarrollo de algunos motivos teológicos. Como apunta Angelina Muñiz-Huberman en su prólogo a la presente edición, además de sus planteamientos teológicos, la obra de Maimónides debe estudiarse desde la perspectiva de la teoría del lenguaje, a partir de los aspectos gramaticales, lógicos y semánticos que contienen sus textos. En ellos se establece la distinción entre sentido literal y figurado, lenguaje oral y representaciones mentales. Éstas proporcionan el medio para la creencia religiosa por lo que son de particular interés para Maimónides. A la manera de los lenguajes artificiales que se estudian en la lógica contemporánea, el lenguaje mental o interno maimonidiano es el de la verdad y la revelación, expresado a través de la filosofía.