Con una prosa elegante y transparente, Cicerón trata en las Tusculanas algunos de los temas que tanto han inquietado al hombre: la muerte, el dolor físico y el moral, las pasiones y la felicidad. Considerando que las suyas son preocupaciones de ayer y de hoy puede decirse que las tusculanas provocan en la actualidad el mismo interés de antaño. Por otra parte, la amenidad en la exposición, sencillez intencional, oportunidad de las anécdotas, así como las citas de poetas griegos y latinos son cualidades que hacen atractiva esta obra y agradable su lectura; al mismo tiempo propician la mejor asimilación de este importantísimo diálogo ciceroniano. Julio Pimentel Alvarez, quien realzó una traducción exacta dejando para las notas los comentarios y explicaciones que consideró oportunos, nos ofrece en su prólogo algunas reflexiones que seguramente ayudarán a penetrar más hondo en el contenido de esta obra, escrita por uno de los prosistas más grandes de todos los tiempos.