La de Gilgamesh es una de las leyendas épicas heredadas de la antigüedad mesopótamica. Su origen se remonta a los tiempos en que Babilonia vio florecer la escritura cuneiforme, cuando los hombres podían ganarse un sitio entre las divinidades. La importancia del texto, sin embargo, trasciende hechos históricos y referencias culturales. En sus páginas se advierten además del notable vuelo poético del relato, antecedentes anecdótcios y temáticos de la Odisea y el Ramayana.
La obra pudo ser reconstruida casi en su totalidad después de una ardua labor arqueológica que culminó con el hallazgo de doce piezas de arcilla escritas en acadio, provenientes de la biblioteca de Asurbanipal (siglo VII a. C.). En ellas se encuentran plasmadas las hazañas del protagonista, hijo de dioses y rey de Uruk, quien se enfrenta al demonio Humbaba, si bien logra derrotralo, en la lucha falece su gemelo Enkidu. Tan grande pérdida lleva al héroe al reino de los muertos, donde encuentra a su antepasado Ut-Napishtim, depositario del secreto de la inmortalidad. Tras conocer el secreto, Gilgamesh se apodera de la hierba de la eterna juventud, que le arrebata una serpiente.
La presente edición de Cien del Mundo ofrece la versión y prólogo de Agustí Bartra (1908-1982) publicados en 1963. A la importnacia de su obra personal, se suma una gran cantidad de acusciosas traducciones; entre ellas sobresale La epopeya de Gilgamesh.