El de Herman Melville (Nueva York, 1819-1891) es el típico caso del genio incomprendido y atormentado por la penuria económica. La mayoría de sus creaciones son producto de las aventuras del ballenero literato durante cinco años en los mares del sur, de donde tomó anécdotas, personajes y situaciones para recrearlos con gran maestría narrativa en novelas como Typee (1846), Redburn (1848) y especialmente en su monumental Moby Dick (1851), calificada por Cesare Pavese como el gran poema de la vida bárbara. Con sus Cuentos de la veranda, escritos y publicados entre 1853 y 1856, Melville no sólo demostró que su talento abarcaba la novela corta y el cuento, además dejó en claro que era el mejor narrador del romanticismo estadounidense. Los Cuentos nunca se habían publicado íntegramente en español, por lo que hoy la colección Cien del Mundo se congratula en incluirlos entre sus títulos. La traducción y el prólogo estuvieron a cargo de Vicente F. Herrasti.