Señas de identidad del cuento mexicano: arca propositiva y madura. Su ser único le viene de lo diverso. De algún modo, los cuentistas decimonónicos sustentan y diseñan el mañana de sus pares del siglo xx. Ejemplo de la continuidad de nuestro género es la tendencia esteticista y experimental de los modernistas y los ateneístas, vínculo notable también en sus herederos: los expresionistas (1940- 1955), los de la generación de medio siglo (1960) y los narradores de fin de siglo (1975). En unos y otros se advierte un alto rigor intelectual, apertura hacia las propuestas de otras visiones culturales, de acercamientos a diversas disciplinas y de búsqueda de lo mexicano para topar de frente con sus ropajes universales.
Se hallarán aquí cuarenta y cuatro cuentos en un recorrido que, atendiendo a la cronología, va de Mariano Silva y Aceves (1887- 1937) a Enrique Serna (1959), o, si se parte del alfabeto, de Inés Arredondo a Eraclio Zepeda. El cuento mexicano moderno: sus ficciones, sus artífices, sus deslumbramientos.