A Gabriela Mistral.
Dilecta amiga: He aquí un libro integrado con poemas de una misma tonalidad. Todos han sido escritos en los últimos años de esta vida mía tan agitada a veces y a veces tan sedante y serena.
En la dorada claridad de mi otoño he querido reunir en haz lo que he escrito en extraños paisajes y bajo móviles diversos. Acaso se advierta unidad en este pequeño volumen: el dolor y la reflexión han sazonado mi última cosecha.
Desoyendo las estridencias del momento he cincelado mis ritmos nuevos con la misma paciencia de antaño. Sólo que los que hoy oso dedicar a usted son breves: la fórmula suprema del arte es la simplificación.
Acepte, pues, este libro con la admiración que siempre me han inspirado su másculo numen y su maternal espíritu; y acójalo con cariño: que si no vale un racimo de uvas falérnicas, tampoco –según frase de Berceo– lo que una nuez foradada.
Juan B. Delgado