Para Jorge Luis Borges la Teología era una de las remas de la ciencia-ficción, y san Agustín nos recuerda que para Marco Terencio Varrón ésta podía estar dividida en tres partes: la mítica, la natural y la civil; para mí es un asunto más ligero y cotidiano. Es así que estos poemas tratan lo mismo de renovar el mito bíblico de la “zarza ardiente”, que discurrir sobre la sagacidad de los insectos o aplicar las Leyes de Newton al cuerpo de la mujer deseada.
Esta colección de poemas es una argamasa de referencias cultas y populares que van conformando un aliento propio, introspectivo, y al mismo tiempo irónico e hilarante. Como ejemplo de esta búsqueda antagónica, en el poema “Homenaje a J. A. J” son los versos del compositor guanajuatense los que me conducen a otras tradiciones, al citar a poetas como Manrique, Góngora, Keats, Eliot y Rimbaud.
Teologías (y otros problemas didascálicos) es un conjunto de poemas en los que conviven el humor y la reflexión, donde cada texto plantea un asunto que se va resolviendo de formas inesperadas para dar respuesta a esto que llamamos vida.
Miguel Aguilar Carrillo