Ignacio Rodríguez Galván (1816-1842) está considerado unánimemente como el primer romántico nacional; el primer romántico de sentimientos exaltados, sufrimientos sentimentales llevados al límite y prototipo de la trágica y desgraciada biografía que caracterizó al romanticismo occidental. Paralelamente -y ésta es otra de las singularidades románticas- Rodríguez Galván también estuvo profundamente comprometido con México, con su historia, con su destino y -desde la creación literaria- con sus conflictos políticos cotidianos, con “el dolor de México”, como afirma Marco Antonio Campos parafraseando una definición de Unamuno. Y esta dimensión “comprometida” es la que fundamenta la original tesis que plantea MAC en su prólogo y selección de poemas: Rodríguez Galván, por su emoción, sería ante todo el poeta político por antonomasia del primer romanticismo mexicano y si me dejan extenderme, de todo el siglo XIX. De esta manera, la edición de los poemas de tema mexicano de Rodríguez Galván se convierte en una sugerente invitación a leer desde otra perspectiva al poeta más representativo del romanticismo nacional.