Cada una a su modo, las tres piezas que componen el presente libro exponen una estética de carácter móvil e inestable, una que nos priva del mísero gusto por el espectáculo fijo y enmarcado que describiría una vida o una identidad como algo ajeno y lejano a nosotros. En la movilidad, en el descentramiento, en la disolución del binario actor-espectador, en la escena dentro de la escena, el autor valoriza una inestabilidad generosa y cambiante que no es sino la de la vida misma.
Por los paisajes históricos que nos desliza, su dramaturgia es política, pero también filosófica, pero también apasionada y poética. A través de los personajes, su escritura nos devuelve un México nuevo e inventado, no solo el de la nostalgia de una magia perdida y renovada, sino que nos ofrece, sigilosa, un México futurista, tan mágico como real, uno que palpita en el entrevero de la historia y que pocas plumas con capaces de dibujar.
Juan Tovar, un artista contemporáneo, en el sentido de alguien que pertenece a todos los tiempos. Contemporáneo hacia atrás y hacia adelante. Un curioso y un visionario.
Susana Bercovich