2005 / 18 oct 2018 17:02
Estudió Ciencias de la Comunicación, en la especialidad de cine, en la Universidad Iberoamericana y Teatro en el Centro Universitario de Teatro (cut) de la Universidad Nacional Autónoma de México (unam). Viajó a Europa para estudiar Actuación en la Royal Webber Academy of Dramatic Art de Inglaterra y más tarde con el polaco Jerzy Grotowski, con Eugenio Barba en el Odin Teatret de Dinamarca, con Philippe Gaulier en París y con Carlos Bosso en Venecia, Italia, donde tomó un seminario de “La Commedia dell’Arte”. Fue Participó en el elenco del tag Teatro de Venecia, con el que recorrió Europa durante dos años representando espectáculos como Il Falso Magnifico. Ha impartido cursos de actuación en Alemania y otros países del Viejo Continente. Inició su carrera de director teatral y escritor en México en el año de 1985. Ha dirigido cinco telenovelas entre las que destacan Teresa, Nada personal, Mirada de mujer y La vida en el espejo, y diez obras de teatro. Escribió y dirigió Sexo, pudor y lágrimas (1991), que permaneció durante dos años en cartelera, fue adaptada para cine y recibió varios premios. La película ha sido exhibida en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles; el Festival Latinoamericano de Cine y Literatura de Rotterdam, Holanda; el Festival de Cine de Londres, Inglaterra; el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España; en el Mercocine 2000 en Punta del Este, Uruguay, y en el Festival Internacional de Cine de Cartagena, Colombia, entre otros. Dirigió la película La hija del caníbal, basada en la novela homónima de Rosa Montero.
Antonio Serrano, dramaturgo y director teatral, ha elaborado también guiones de cine. Doble cara es una obra fársica y onírica, en la que a través de una serie de planos se crea un subtexto de reflexión metafísica sobre la condición humana. Sexo, pudor y lágrimas es una comedia ágil, de enredo. El autor consigue crear un todo en el que texto e innovaciones escénicas están estrechamente implicados, y examina críticamente –a modo de farsa cómica– a una generación joven, hedonista y carente de horizontes. Café Americano es una obra incisiva en la que mediante un lenguaje audaz e innovador crea escénicamente una analogía de la Conquista protagonizada por empresarios extranjeros y empleados nacionales. Las vidas de sus personajes se suceden entre las mesas de café, como un microcosmos delirante que refleja las múltiples variables que rodean las relaciones humanas.