En su teatro de los malentendidos, Chías descubre nuevas posibilidades para el habla. El marco exterior de estas tres obras es un mundo dominado por la violencia, la opresión política y la vida autárquica de la tecnología de la comunicación. En franca rebeldía contra esa atmósfera asfixiante, el dramturgo renueva la fuerza del lenguaje privado, pero también alerta respecto a sus límites. No hay ingenuidad ni romanticismo en su búsqueda, Más allá del teatro, después del oscuro final, la realidad aguarda, hambrienta y desafiante.
Edgar Chías se ha propuesto iluminar la oscuridad con la luz negra de la ironía y la inteligencia escéptica. Sus personajes están amenazados y no siempre sobreviven, pero se atreven a llegar al fondo de la noche para descubrir, con lastimado asombro, el sentido oculto de las cosas.
Juan Villoro