Benjamín Sánchez Espinoza, Fr’ Asinello (1923-2011), fue un profundo conocedor de la literatura universal y, principalmente, de la española. Su conocimiento de la poesía del Siglo de Oro español fue tan profundo, que asimiló a los grandes poetas: con las voces de Francisco de Quevedo, Luis de Góngora y Argote, Félix Lope de Vega y Carpio, Garcilaso de la Vega, Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, formó la propia.
Tales alturas fueron conseguidas no por simple voluntarismo, sino gracias a un rigor literario y por la plena conciencia de las implicaciones y la significación del poema como obra de arte. «Hacer versitos» por ocurrencia o presiones de cualquier tipo estaba fuera de su visión, como sacerdote pleno y escritor comprometido con la poesía.
El humilde catador de todas las bellezas, nos muestra al gran poeta místico al tiempo que busca ser un reconocimiento a la calidad de la obra de Fr’ Asinello, quien, a decir de Raúl Bañuelos, autor de la antología, es un «poeta de alturas geniales. Sus lectores y el público de las múltiples representaciones de su obra más conocida (Romancero de la vía dolorosa) lo podemos afirmar. Ojalá que este libro llegue a propiciar una difusión que la gran calidad del poeta merece profundamente […] Con elocuente perfección, Benjamín se dijo de sí mismo ser un catador de la belleza. Con suma plenitud llegó a tocar y a probar esas cumbres. En lo más alto: a Dios. Y con suma excelencia nos da a probar el vino de la Divinidad. Probemos. Y provecho».