''Los nacidos alrededor de 1940 somos los primeros en América Latina en enfrentarnos masivamente con la elocuencia de los medios de comunicación de masas. Los films en cinerama y la perfección técnica del color nos sumergen en la nueva sensualidad de la imagen", nos dice el chileno Antonio Skármeta en su presentación a este volumen. Y no sólo tal elemento visual se introduce en la literatura de esta generación, es también el desplazamiento obligado a otras culturas, otros lenguajes, para unos, así como el cierre de fronteras a influencias culturales, a una pluralidad en la información, para otros. Todo ello, y pese a su significado político, ha contribuido al enriquecimiento de la narrativa latinoamericana, que cada vez consolida más una voz repleta de matices.
La presente antología no se propone incluir a todos los escritores de cuentos y novelas de Hispanoamérica: las omisiones son obvias (Manuel Rojas, Sábato, Arreola, Novás Calvo, Revueltas, Bosch, y ahora, indudablemente, innumerables jóvenes). Se trata aquí, meramente, de presentar ciertos ejemplos de la narrativa hispanoamericana, no por escuelas Iliterarias, sino por la producción generacional (el primer intento antológico que jamás se haya hecho), destacando las mutaciones temáticas, estilísticas y estructurales.
Ángel Flores nació en Puerto Rico a principios de siglo, y ha dedicado más de la mitad de su vida al estudio y crítica de las literaturas hispánicas y europeas. Ha actuado como crítico de literaturas extranjeras en diversas universidades norteamericanas. Ha traducido al inglés a Neruda, Arciniegas, Gómez de la Serna; y al español e T.S. Eliot, Conrad Aiken, etcétera.