Los narradores de la generación 1880-1909 crean dos corrientes contradictorias que se imponen dialécticamente. Una que parece continuación del “costumbrismo”, mira hacia adentro, bucea cada vez más en la realidad americana; la otra, que parece continuación del “tradicionalismo”, mira hacia afuera, explayándose prodigiosamente en el tiempo y en el espacio.
La primera desembocó en una prosa que se podría designar naturalista, mientras que la segunda desembocó en el Modernismo. Ambas corrientes convergen y se repulsan hasta el momento en que cobra preponderancia el terreno político-social. La conciencia social, entonces, penetra aguijoneantemente y pasa a estructurar y robustecer las expresiones ecológicas (novela de la sierra o indigenista, novela de la pampa o gauchesca, novela de la selva).
Pero en esta generación se ha avanzado enormemente: libertad artística, flexibilidad, musicalidad, amplitud temática deja el Modernismo, mientras que el Realismo, por su parte, inculca mayor objetividad, mayor penetración psicológica, mayor verosimilitud en el diálogo. Ya no es España la cabeza cultural y artística; cambia ahora la marea y, por primera a vez (no la única), América crea modelos que España imitará.
La presente antología no se propone incluís a todos los escritores de cuentos y novelas de Hispanoamérica: las omisiones son obvias (Manuel Rojas, Sábato, Arreola, Novás Calvo, Revueltas, Bosch). Se trata aquí, meramente, de presentar ciertos ejemplos de la narrativa hispanoamericana, no por escuelas literarias, sino por la producción generacional (el primer intento antológico que jamás se haya hecho), destacando las mutaciones temáticas, estilísticas y estructurales.
Ángel Flores nació en Puerto Rico a principios del siglo, y ha dedicado más de la mitad de su vida al estudio y crítica de la literatura hispánica y europeas. Ha actuado como crítico de literaturas extranjeras en New York Herald Tribune, y ocupado cátedras en diversas universidades norteamericanas. Ha traducido al inglés a Neruda, Arciniegas, Gómez de la Serna; y al español T.S. Eliot, Conrad Aiken, etcétera.