La novela no existió en Hispanoamérica durante los tres siglos de su período colonial. Los monarcas españoles siempre la consideraron nociva a la religión y a las buenas costumbres, pero pese al sinnúmero de restricciones, no cesó de fluir una corriente subterránea, que consistió en el contrabando de novelas caballerescas y pastoriles.
Desde su origen, la novelística hispanoamericana está caracterizada por su marcado énfasis sociológico. A pesar de las influencias extranjeras que impusieron las modas literarias entonces en boga, factores más fuertes -geográficos, étnicos, políticos- hicieron sentir su presencia.
Lizardi, figura de transición que ya boceta algunos aspectos de la sensibilidad romántica en el interés que manifiesta por “los estratos más bajos de la sociedad”, es un ejemplo del “estilo de vida” que impulsará a otros autores a formular sus protestas en contra de la sociedad.
Posteriormente se produce el descubrimiento y cultivo de un nuevo tipo de ficción: la tradición. Durante la generación 1850-1879 las indagaciones de los narradores jamás se limitan al presente inmediato. Al enfocar la actualidad se ven obligados a mirar hacia atrás, a hurgar su pasado, y para ello se ponen a escarbar en archivos polvorientos.
La presente antología no se propone incluís a todos los escritores de cuentos y novelas de Hispanoamérica: las omisiones son obvias (Manuel Rojas, Sábato, Arreola, Novás Calvo, Revueltas, Bosch). Se trata aquí, meramente, de presentar ciertos ejemplos de la narrativa hispanoamericana, no por escuelas literarias, sino por la producción generacional (el primer intento antológico que jamás se haya hecho), destacando las mutaciones temáticas, estilísticas y estructurales.
Ángel Flores nació en Puerto Rico a principios del siglo, y ha dedicado más de la mitad de su vida al estudio y crítica de la literatura hispánica y europeas. Ha actuado como crítico de literaturas extranjeras en el New York Herald Tribune y ocupado cátedras en diversas universidades norteamericanas. Ha traducido al inglés a Neruda, Arciniegas, Gómez de la Serna; y al español T.S. Eliot, Conrad Aikan, etcétera.