Dicho con una voz alta, enérgica, el poeta bien plantado a la intemperie, con la mirada puesta en el horizonte, que las olas curvan, y en el abismo, más que volteando hacia arriba, el canto de Gilberto Cabanillas es como un vuelo raso —lo mismo que el de las aves marinas— con un itinerario no siempre fijo pero que toca puntualmente las coordenadas vitales del hombre –la soledad, el amor, la muerte–. Y en cada escala –de la voz, del viaje– el poeta deslumbra a fuerza de colmarse de sombra, con la plegaria de su vuelo.
GILBERTO CABANILLAS, poeta. Nació en Navolato, Sinaloa, en 1966. Parte de su obra poética ha sido recogida en Antología poética sinaloense contemporánea 1960-1993 y en Sinaloa, lengua de tierra, de Leo Eduardo Mendoza. Ha recibido la beca Salvador Novo, 1985; la de Difocur en 1993; y del Foeca Sinaloa en 1995 y 2000, y el galardón El Sol de Sinaloa.