La vida de Timón de Atenas –cuyo tema central es la ingratitud humana– pertenece a la llamada “época sombría” de William Shakespeare (1564-1616), que incluye las tragedias El rey Lear, Macbeth, Antonio y Cleopatra y Coriolano. Los estudiosos han fijado el año de 1608 como fecha probable de su escritura; el estreno aconteció en Dublín en 1671.
Ubicada en la era de Pericles, siglo de oro de la Grecia clásica, esta obra poderosa, casi desconocida por los lectores de habla hispana, cuenta la historia de un filántropo rico y dadivoso que descubre tardíamente la mezquindad de sus amigos. Con un pie en la ruina, desengañado al fin, Timón repudia a todos y emprende un viaje hacia el otro extremo de la condición humana, donde encalla en la misantropía absoluta. Para Ted Hughes esta pieza exalta el lirismo de Timón y pudiera tratarse del poema más intenso de Shakespeare. A lo largo de los siglos, La vida de Timón de Atenas –traducida, prologada y anotada por Manuel Sisniega– ha sido considerada fábula, alegoría, parábola, sátira o tragedia.
En sus obras Shakespeare buscaba precisar los límites de la naturaleza humana y tomaba como punto de partida la idea de Sófocles: el hombre es capaz de grandes hazañas pero a menudo se halla más cerca de las bestias. En la frecuentación de esos extremos se yergue La vida de Timón de Atenas.