Enciclopedia de la Literatura en México

Pedro Henríquez Ureña

Alejandro Ortiz Bulle-Goyri
2007 / 12 sep 2018 17:09

Nació en Santo Domingo, República Dominicana y murió en Buenos Aires, Argentina. Llegó a México en 1906 y formó parte del grupo de jóvenes literatos que se incorporan a la Revista Moderna, con los que fundaría la revista Savia Nueva y, finalmente, el célebre Ateneo de la Juventud. Henríquez Ureña es considerado uno de los más grandes humanistas hispanoamericanos. Promovió los estudios de la Grecia Clásica entre los miembros de su generación y estudió con profundidad la literatura hispanoamericana. Notable ensayista, de sus trabajos destacan sus Seis ensayos en busca de nuestra expresión (1928). Su obra se encuentra recopilada en sus Obras, publicadas por el Fondo de Cultura Económica. Fue coautor, con Luis G. Urbina y Nicolás Rangel, de la Antología del centenario. Obra dramática: El nacimiento de Dionisos (1909).

José Luis Martínez
1995 / 12 ene 2018 09:57

Su paso por México fue singularmente provechoso para nuestro desarrollo cultural y a su magisterio deben con largueza muchas de las personalidades del Ateneo: José Vasconcelos, Alfonso Reyes, Ricardo Gómez Robelo, Jesús T. Acevedo y Julio Torri –sin contar aquí a aquellos de sus discípulos llegados más tarde. En otros escritores del grupo, como Carlos González Peña o Alfonso Cravioto, se aprecia, por lo contrario, el enlace con el pasado inmediato del que continúan algunas tendencias narrativas o poéticas, no sin mostrar, en su vigor intelectual, en su curiosidad estética o en su atención a lo nacional, las marcas ateneístas.

Hijo de Salomé Ureña, destacada poetisa y educadora, recibió con sus hermanos las primeras lecciones en casa y se inició en la lectura de autores clásicos y modernos. Con su hermano Max emprendió diversas empresas culturales desde temprana edad, como la fundación de revistas caseras y de la asociación El Siglo Veinte. Con su padre y sus hermanos se trasladó en 1901 a los Estados Unidos, donde estudió y se perfeccionó en inglés, y se inscribió en la Universidad de Columbia. Dificultades económicas lo obligaron a trabajar como oficinista y a trasladarse en 1904 a La Habana, donde residía su padre. En busca de nuevas oportunidades viajó a México a inicios de 1906. Colaboró como periodista en el diario El Dictamen, de Veracruz y con el cubano Arturo R. de Carricarte, fundó la Revista Crítica, donde publicó sus primeros textos sobre autores mexicanos. Meses después se trasladó a la Ciudad de México, colaboró en El Imparcial y, más tarde, en El Diario. Jesús E. Valenzuela lo invitó a colaborar en la Revista Moderna de México, lo que le permitió relacionarse con la vida cultural de México y entablar amistad con los jóvenes de Savia Moderna, con quienes organizó un círculo de estudios que, más tarde, se transformó en la Sociedad de Conferencias; allí leyó un trabajo sobre la poesía de Gabriel y Galán. En 1909, a iniciativa de Antonio Caso, la Sociedad se constituyó en el Ateneo de la Juventud, del que Pedro Henríquez Ureña fue secretario. Colaboró en la monumental Antología del Centenario, dirigida por Justo Sierra con motivo del centenario de la independencia de México. Elaboró las introducciones que anteceden la selección de obras de once escritores y un índice biográfico de diez no incluidos en la Antología… En 1911 se hizo cargo de la Oficialía Mayor de la Universidad Nacional de México (unm) y ejerció la docencia en la Escuela de Altos Estudios. En 1914 se graduó como abogado en la Escuela Nacional de Jurisprudencia con una tesis sobre la historia y la defensa de la Universidad; la situación política del país obligó a Henríquez Ureña a emigrar a La Habana. Poco tiempo después fue comisionado por El Heraldo de Cuba como corresponsal de guerra en los Estados Unidos y tuvo a su cargo la columna "Desde Washington". También colaboró en Las Novedades con artículos sobre arte y espectáculos, que firmaba como "E. P. Garduño". En 1916 impartía clases en el Departamento de Lenguas Romances de la Universidad de Minnesota; en ese mismo año obtuvo el grado de maestro en Artes y en 1918 el doctorado con la tesis La versificación irregular en la poesía española. En 1917 se encontró en Madrid con su amigo Alfonso Reyes; con él colaboró en el Centro de Estudios Históricos dirigido por Ramón Menéndez Pidal. Por invitación de José Vasconcelos regresó a México en 1921 para colaborar en la unm como profesor de la Escuela Nacional Preparatoria (enp) y de la Escuela de Altos Estudios; en la unm organizó los cursos de la Escuela de Verano y fue jefe del Departamento de Intercambio Universitario y, más tarde, delegado en Brasil y Argentina. En 1923 Vicente Lombardo Toledano, entonces gobernador de Puebla, lo invitó a colaborar en la Dirección de Educación del Estado, donde se ocupó de reformar los sistemas educativos; la inestabilidad del país en esos años lo obligó a trasladarse a Argentina, para impartir clases en la Universidad de La Plata. Colaboró con Amado Alonso en el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires, y publicó en la Revista de Filología Española. En 1931 fue designado Superintendente de Educación de República Dominicana; disidente de la dictadura de Léonidas Trujillo, regresó a Buenos Aires. En esta ciudad entró en contacto con los intelectuales que publicaban la revista Sur, de cuyo consejo de redacción formó parte. Publicó algunos artículos en el diario La Nación y, en 1938, concibió las colecciones Las Cien Obras Maestras de la Literatura y el Pensamiento Universal para la Editorial Losada, y Grandes Escritores de América. En 1940 fue invitado por la Universidad de Harvard a ocupar la Cátedra de Poética Charles Eliot Norton, de cuyas conferencias surgió Literary Currents in Hispanic America, traducido al español póstumamente. De regreso a Argentina continuó su labor educativa en Buenos Aires y en La Plata. Murió en el tren que lo llevaba de Buenos Aires a La Plata.

Pedro Nicolás Federico Henríquez Ureña, una de las figuras hispanoamericanas más importantes del siglo xx, comenzó muy joven a escribir versos. Destacó en el campo de las letras como autor de ensayos en que trató de una manera orgánica la cultura hispanoamericana en aspectos como la tradición cultural, la lengua, la aplicación de la poética, el folklore y la música. Expresión de ese afán totalizador son Seis ensayos en busca de nuestra expresiónLa utopía de América Las corrientes literarias en la América hispánica. Fue un divulgador de la obra de autores latinoamericanos, a quienes consideró de trascendencia universal. Se ocupó de la expresión cultural hispanoamericana en aspectos como los indigenismos y las variedades dialectales; en este campo sobresale su polémica teoría sobre el andalucismo del español americano que, a pesar de las numerosas críticas y enmiendas, continúa siendo punto de partida para la discusión del tema. Con Amado Alonso escribió una Gramática castellana, que aún resulta útil para el aprendizaje de la lengua. Además de la investigación de carácter lingüístico se ocupó de la poética en sus aspectos métricos y de versificación. Sobresalen sus trabajos sobre los endecasílabos y los alejandrinos castellanos y el volumen La versificación irregular en la poesía española. Sus trabajos al respecto fueron reunidos póstumamente en Estudios de versificación española. Filólogo en el amplio sentido de la palabra, dedicó algunos trabajos a la tradición oral, el folklore y la música americana, como "Romances en América", "Romances tradicionales de México" y "Música popular de América"; consideró indispensable conocer las aportaciones de la cultura universal, como se manifiesta ya en Ensayos críticos, su primer libro, en el que se ocupó de D'Annunzio, de autores ingleses, cubanos y de música europea y mexicana contemporáneas. Preocupado por la educación ejerció el magisterio a través de la cátedra y reflexionó sobre la función e importancia de la universidad. Sus alumnos lo recuerdan por el rigor intelectual con el que los guiaba en los estudios. Extendió su labor educativa a la divulgación: editó y prologó numerosas obras de clásicos griegos, españoles y latinoamericanos; dirigió colecciones de libros imprescindibles e ideó la Biblioteca Americana, del Fondo de Cultura Económica (fce), donde aparecieron póstumamente algunos de sus libros. La presencia de México fue constante en su vida, importancia que quedó en la correspondencia que sostuvo con sus amigos y discípulos y mediante su trabajo intelectual. Dedicó muchas páginas al estudio de la lengua, la cultura y los autores mexicanos, como Sor Juana o los escritores del primer siglo de la Independencia; en este sentido sobresalen sus trabajos en torno a la mexicanidad de Alarcón y al carácter "crepuscular" de la literatura mexicana. La mayor parte de sus trabajos sobre México fueron reunidos por José Luis Martínez en Estudios mexicanos. Los Cuentos de la nana Lupe, su único libro de este género, son una libre interpretación, en un ambiente típicamente mexicano, de las fábulas clásicas, unidas por las fantásticas aventuras que emprenden dos niños, acompañados por un duende.

Instituciones, distinciones o publicaciones


Savia Moderna. Revista mensual de arte
Fecha de ingreso: 01 de mayo de 1906
Fecha de egreso: 01 de julio de 1906
Secretario de redacción

México Moderno. Revista de Letras y Artes
Fecha de ingreso: 01 de agosto de 1922
Fecha de egreso: 01 de junio de 1923
Jefe de redacción

Revista Moderna de México
Colaborador

Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
Fecha de ingreso: 01 de enero de 1921
Fue profesor de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y de la Escuela de Altos Estudios, organizó los cursos de la Escuela de Verano y fue jefe del Departamento de Intercambio Universitario

Universidad Nacional Autónoma de México UNAM
Fecha de ingreso: 1911
Titular de la Oficialía Mayor