En el México postrevolucionario, hacia 1928, un "grupo sin grupo" de poetas fundó una revista: Contemporáneos. ¿Quiénes eran estos poetas? ¡Qué líneas estéticas crearon y recrearon? Pensar en la herencia del Modernismo, en la convergencia de individualidades libertarias o, como ellos mismos se consideraban, en "espíritus poseídos de divinidad" es pensar en la reconversión de las ideas poéticas y artísticas emergentes. Carlos Pellicer, José Ortiz de Montellano, Enrique González Rojo, Jorge Cuesta, José Gorostiza, Xavier Villaurrutia, Salvador Novo y Gilberto Owen comparten el espacio poético que cada uno, como cuerpo independiente, habría de abandonar a la historia de la literatura mexicana mediante la búsqueda de la "poesía pura" o, dicho de otro modo, mediante la posibilidad de producir cosas "pensables" sólo a través de la poesía.
La publicación de Contemporáneos sólo duró cuatro años, pero no por ello cesaron su producción poética. Muy al contrario, es visible que entre 1935 y 1945 ya habían adquirido un halo legendario, dado a conocer por esos años sus poemas más célebres. La poesía mexicana, entonces, también fue universal; el pensamiento cosmopolita se abría paso a paso no sólo entre poetas, sino además entre Xavier Villaurrutia, quien miraba la pintura y la describía, precisamente, bajo el lineamiento de un poema. Es así como la selección presentada en esta antología, en general poemas que no figuran como principales en otras compilaciones, hace converger una muestra de trabajo de cada uno de ellos y una nueva e interesante revisión del grupo.