Dos son las cualidades que, además de su valor intrínseco, ostenta La tempestad para merecer la atención particular de los adicionados a Shakespeare. La primera es la que aparece en la primera edición completa de las obras dramáticas del autor. La segunda se refiere a la que se tiene como la última obra que produjo íntegramente el dramaturgo pocos años antes de su muerte. La tempestad es una de las cuatro ballads dramáticas de Shakespeare –las otras son Pericles, Cimbelino y El cuento de invierno– llamadas así porque en ellas la dimensión realista cede el paso a la fantástica. De éstas La tempestad es la más lograda, pues en ella el autor observó, mejor que nunca, las unidades de espacio y tiempo que figuraban entre las máximas preocupaciones de los críticos del Renacimiento.
Y como afirma Enriqueta González Padilla, autora de esta notable traducción del texto que el lector tiene en sus manos, estamos ante un gran triunfo de la palabra.
En esta serie ilustrada y a todo color, se presentan seis obras seleccionadas entre la vasta producción del afamado dramaturgo, poeta y actor inglés, William Shakespeare, tres tragedias: Hamlet, Macbeth y El rey Lear, y tres comedias: El mercader de Venecia, La tempestad y la comedia de las equivocaciones. En versiones abreviadas, cada historia contiene la descripción de los personajes, una semblanza del bardo de Avon, como se conoce al autor, con aspectos de su vida, además de actividades para desarrollar la comprensión lectora. Con este conjunto de obras se pretende despertar el interés del público joven por conocer no sólo el trabajo de uno de los más célebres escritores de la literatura universal, sino también comprender las circunstancias.