En el epicentro de los temblores se encuentra el drama que ha vivido la cintura del continente americano en los años recientes. Sin embargo, esta obra está lejos de ser una novela histórica con fidelidad de personajes, fechas y episodios. Los acontecimientos verídicos fueron sólo el yacimiento de donde el autor extrajo los ingredientes de una historia épica, trágica y esperanzadora. Pero no todo en la narración es ficticio: real es la violencia, reales las atrocidades de la guerra y real es, también, la lucha por la dignidad de un continente tapizado por las balas.
La trama de la novela la constituye un río de mil afluentes, donde el cauce principal se nutre de una gran diversidad de historias, en las que los protagonistas se debaten, aman, asesinan o mueren por pasiones encontradas. En ese universo hay temblores de tierra, terremotos sociales y conmociones en todas las conciencias. Esas alteraciones le sirven al autor como escenario para mostrar que, en situaciones extremas, el hombre saca a la superficie lo más noble o lo más indigno de sí mismo. En la guerra, el hombre es capaz de desplegar una crueldad ilimitada, pero también puede ser más generoso, más justo y más libre que cuando el mundo —y las visiones del mundo— permanecen en reposo.
El lector tiene en sus manos un relato apasionado, impregnado de poesía, que entreteje lo real y lo fantástico con un ritmo musical y a veces delirante. En él hay un oportunista que llega a tirano, campesinos que se hacen soldados, sacerdotes que se transforman en rebeldes, niños que se convierten de golpe en hombres. Después de los temblores los personajes se inmolan, mueren, renacen o se liberan, pero nada vuelve a ser como antes.
Mario Huacuja Rountree nació en la ciudad de México en 1950. Se recibió como licenciado en sociología en 1975 y es coautor de un estudio sobre el Estado mexicano y otro sobre las haciendas porfiristas. Ha publicado varios artículos en periódicos y revistas. Actualmente imparte clases en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y labora como investigador del Centro de Estudios Políticos.