Los sueños de la Bella Durmiente nos llevan del bosque azul de los simbolistas a los callejones tenebrosos del doctor Caligari (pasando por el castillo embrujado del romanticismo "frenético") donde se desplazan los personajes de Emiliano González, con una lentitud que a veces se vuelve exasperante. Sus gestos de sonámbulo y sus ojos nublados por el opio nos transmiten ese escalofrío gozoso que nuestra literatura creyó relegar para siempre a los tiempos del modernismo. Las fantasías en verso que acompañan a los relatos requieren reproducir estados de ánimo específicamente literarios, y la literatura que nutre a estos engendros malsanos es la misma que envenenó a nuestros abuelos cuando, a fines del siglo pasado, exploraban los infiernos de una biblioteca.
Emiliano González nació en 1955. Ha publicado una antología de la literatura fantástica en Hispanoamérica y en España: Miedo en Castellano (1973).