LAS PUERTAS DEL PARAISO se abren tentadoramente al grupo de jovenes que siguen a Santiago de Cloyes, movidos por la mística de una nueva cruzada a Tierra Santa. Durante la marcha, Maud, Roberto, Blanca, Alesio, revelan al viejo confesor que los acompaña la razón que los ha arrastrado a la aventura, y que no es otra que el amor en su forma más humana y carnal. Cuando Santiago llega a la confesión, el anciano se espanta y trata de detener a los jóvenes -pero ya nadie puede detenerlos en ese caminar a través de la larga, la larga noche.
Jerzy Andrzejewski, nacido en Varsovia en 1909, ha cultivado casi todos los géneros literarios, pero es ante todo novelista. Con El orden del corazón (1938) obtuvo el Premio a la Juventud otorgado por la Academia Polaca de Letras. Su segunda novela Cenizas y diamantes (1947, llevada al cine en 1958), le ha dado renombre universal.
En "Las puertas del paraíso" Andrzejewski teje con singular maestría una finísima y apretada red de monólogos en que el lector irá descubriendo que más allá de la fuerza de la fe de Dios, lo que en verdad parece mover a los jóvenes protagonistas es el frenético nacimiento de la pasión amorosa. Una narración de excepcional belleza donde se confunde lo humano y lo sagrado, lo racional y lo onírico, el amor sin esperanzas y el asalto corporal; en fin, una obra celebrada por Sergio Pitol como una pieza perfecta de escritura: "Cuando el autor polaco hablaba en el Café del Bristol de los grandes retos literarios y del deseo de alcazar la gran forma como máxima virtud literaria, yo pensaba en "La puertas del paraíso".