Héctor Manjarrez publica una nueva e insólita colección de cuentos. Cuentos de Londres, de La Habana, de Managua, de la Sierra Madre Occidental, de la Ciudad de México. Cuentos sobre el siglo XX que acabó y que no acaba. Cuentos sobre cómo recordamos, añoramos y no logramos salir del siglo XX, con sus revoluciones políticas y sus revoluciones íntimas, sus aventuras y sus exilios. Cuentos de mujeres: presentes o añoradas, oprimidas o liberadas. Todas estas mujeres están interminablemente vivas. Sobre todas, la vivísima Concha que apareció por primera vez en El otro amor de su vida y ahora nos regresa en los seis cuentos enlazados de una semana santa entre los indios. El tiempo en Anoche dormí en la montaña pasa a veces muy rápido y en otras con la lentitud placentera cifrada en la palabra despacito. Como en la buena música. Como en la buena cama. Y es que en estos doce cuentos –ya el número es sabio– la velocidad y la paciencia son especies del mismo saber: el de quien inventa como si recordara y escribe como si estuviera platicando. Es el tiempo del tigre que reposa y del tigre que ataca. Estos cuentos laten con tanta fuerza que son, con toda la potencia de la palabra, memorables. La precisión de sus verdades, de los detalles que se observan con amor y dolor, nos comunica un genio verbal generoso, que nunca se pierde en su propia celebración, que está tan cerca de la voz de todos como de la suya propia, la de cada ocasión y cada personaje. Éste es el libro perfecto para empezar a leer a Héctor Manjarrez o para seguir leyendo a uno de los autores más entrañables, más sabios, más honestos de la literatura de América Latina.