Y sigo siendo sola es una novela que regocijará al lector por sus implicaciones poco ortodoxas al enfocar un asunto como la historia desde ángulos satíricos y burlescos. Delfina Borato, la protagonista de esta novela, es poseedora de la inmortalidad y protagoniza en consecuencia toda la historia de México, desde la prehistoria hasta el presente, sin descuidar, por supuesto, un futuro que la verá de nuevo. el lector podrá o no estar de acuerdo con lo que leerá en estas páginas, aunque no cabe duda de que participará en ellas y se planteará a Delfina en algunos episodios que pueden habérsele escapado al autor.
Luis González de Alba es autor de Los días y los años, libro clave del Movimiento del 68, y colabora en varios periódicos y revistas.
Este es un viaje por la historia de México. Desde la prehistoria hasta el México de los días de Pensiones, dorados y lejanos días cuando hablar de crisis era aún algo novedoso. Pero no se trata de cualquier viaje. Es el relato de la vida de Delfina Borato, dama célebre conocida también como la Horrible, la Mojada, la Seca, la Tuerta Ruperta, aspirante eterna a princesa, campeona imbatible de supervivencia. A lo largo de su particular laberinto de la soledad, Delfina asistirá a la fundación de Tenochtitlán, a la aparición del Tepeyac, al impulso ilustrado del final de la Colonia, a la campaña de Morelos, a la entronación de Iturbide, a los ires y venires de Santa Anna, al imperio de Maximiliano, a la modernización porfirista, al debate del Constituyente…, pero también conocerá París, China, la Unión Soviética. Y en cada uno de estos acontecimientos, en cada uno de esos lugares, la Horrible intervendrá como actriz principalísima de una trama inesperada que tuerce el sentido de la historia que comúnmente aceptamos. Si Cándido fue mártir del optimismo, Delfina transcurre por el tiempo y el mundo con una eternidad inquietante.