En la década de los setenta, por la calle de Constitución, en el pueblo de San Sebastián, fuera de la Ciudad de México, un grupo de cuatro jóvenes, en condiciones de desigualdad y marginación (en una época que estaban ya consolidadas las grandes ciudades como polos de desarrollo y de crecimiento, mientras que las zonas que existían a los alrededores lo estaban haciendo por su parte como zonas periféricas marginadas económica y socialmente), que sólo eran ubicados por la gente por ser unos simples ladrones, deciden robar la Virgen de Guadalupe de la basílica, para pedir un accesible rescate de cinco pesos por persona. De esta manera el grupo de amigos conformado por el Pifas, Revlón, el Trompas y el Caguamo, realizarán un acontecimiento que paralice y conmocione a la sociedad mexicana.
En este cuento, Ignacio Betancourt pretende hacer reflexionar al lector sobre las implicaciones de la tradición y de cómo éstas rigen todavía gran parte de la vida cotidiana.