Es casi imposible resumir la enorme cantidad de pesquisas, pistas falsas, versiones contradictorias, desmentidos, intrincadas deducciones, recreaciones imaginarias, diagnósticos psiquiátricos, análisis retórico, labor detectivesca que se ha movilizado para explicar el enigma del escritor portugués Fernando Pessoa (1888-1935).
Cada detsalle de su inmunidad y hasta la última coma de su obra han sido objeto de lecturas extremadamente atentas y pormenorizadas, a veces a un nivel casi microscópico. ¿Qué imagen emerge de esa alta colina de crítica y estudios biográficos? Una vida que se redujo a lo mínimo: un trabajo inestable, cuatro calles lisboetas, un rosario de casas de alquiler, un amor imposible, una adicción maníaca al aguardiente, sueños editoriales y literatura.