Alicia García Bergua comprueba que la observación del entorno dota de profundidad a los placeres sencillos. Las relaciones que teje con el perro que pasea, los árboles, las bancas del parque, las lagartijas o sus viajes poseen la riqueza y la complejidad de una obra que ve más allá de lo aparente. Su curiosidad científica le despierta preguntas sobre el sentido de su estar en el mundo y sus versos nos transmiten el placer que provoca el asombro.
En este libro, las palabras, más que herramientas para comprender la vida, conforman la vida misma: las personas, los objetos, el pasado y el presente parecen volverse más diáfanos vistos a través de este espejo. Las palabras también son las únicas capaces de ayudarnos a encarar la muerte, conservando, más que nuestra esencia, retazos de lo que fuimos.
Ser y seguir siendo es el trabajo de una poeta con una larga y brillante trayectoria que ha sabido depurar su voz hasta volverla clara, sencilla y contundente.