Escrita a tres voces, Miramar es un novela híbrida que reflexiona sobre el paso del tiempo, la construcción de la memoria y lo frutos de la imaginación. Una bitácora sobre el proceso creativo que se transforma en algo más. Aquí tenemos la génesis de una obra que a su vez da cuerpo a otra nueva y diferente.
El autor, David Miklos, regresa a las notas de un cuadernillo rojo en donde están los trazos de su primera novela. Adentrados en su lectura, pronto comprendemos que los personajes que se interpelan y se ceden la voz son uno y el mismo, aunque revestidos de una memoria distinta. El resultado es un juego de espejos: David Milkos aparece y narra el principio de Miramar, donde da vida a Nicolás Duna-Luft, quien trece años antes narrara la que fue su primera novela y ahora cuenta sus desencuentros con DM, a quien quizás asesinó accidentalmente. El aliento de uno insufla de vida a los otros.
Como el grabado de Escher en el que dos manos, con la pluma que cada una sostiene, trazan mutuamente su existencia. En Miramar, David Miklos ha vertido su relación con la literatura –como lector y como creador– y con la memoria, narraciones que sirven como llave maestra para comprender la quintaesencia de su obra.
Gonzalo Soltero