Una carta de relación de méritos y servicios dirigida al rey Carlos I de España pasó a ser una novela de aventuras para el gran público. Naufragios es una narración circular. Empieza en el mar, dejando atrás España, el 17 de julio de 1527. Ya en América, costeando tierras inhóspitas, una embarcación es destruida por un huracán frente a las costas de Cuba. Cabeza de Vaca baja a tierra en busca de mantenimientos. Al regresar, a la mañana siguiente, encuentran la expedición hecha pedazos. Por azar o milagro, él se salva. La lucha se entabla contra la naturaleza, no contra los habitantes de las nuevas tierras.
Literariamente, impecable. Uliseada completa. El lector tendrá los pelos de punta de principio a fin.
Arturo Dávila
Este es el relato de las desventuras de los primeros españoles que exploraron el sur de los actuales Estados Unidos y el norte de México. Aquí no se leerán conquistas ni hallazgos de riquezas, sino la tenaz resistencia, a lo largo de ocho años, contra los huracanes, las hambrunas, las enfermedades y los combates con los nativos. Cuando el temporal arrojó la barca de Cabeza de Vaca a la isla texana de Mal Hado (hoy, Galveston), se enteró del canibalismo entre españoles y, al poco tiempo, una tribu los esclavizó a él y a sus tres compañeros: Castillo, Dorantes y Estebanico. Se trata de un viaje real. Los cuatro españoles vagaron, tras huir de los indios esclavistas, desde la costa texana hasta la del Pacífico mexicano, en una caminata de más de tres mil kilómetros. Los seguía una multitud de indígenas que los veneraban como sanadores, hombres veraces y generosos.