Con las vidas frustradas de una pareja y el texto siempre en preparación del Primitivo, Martínez Moreno crea en Los aborígenes un relato acremente paródico, donde se ironiza sobre las ilustraciones acariciadas por nuestros países a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX: la modernización planeada según modelos externos, la fe en el progreso constante ininterrumpido, la inserción igualitaria de las naciones de América Latina en el contexto universal.
Los aborígenes marcó una importante toma de posición en momentos en que la OEA decidía la expulsión de Cuba desde el balneario uruguayo de Punta del Este, en una de esas violentas cirugías practicadas sobre el rostro de "Nuestra América" a lo largo del siglo XX, y apenas llegaron a vislumbrar algunos de los modernistas evocados en la nouvelle.