Superchería es una historia de subterfugios expuestos, de simulaciones descubiertas, misterios que dejan de serlo. Encontramos apariciones, escritura automática, magnetismo, percepción extrasensorial, retrocognición, sonambulismo artificial y lectura de la mente.
Nicolás Serrano es un filósofo sin preocupaciones monetarias, cuya hipocondría es en realidad un hastío, "angustia metafísica" le llama Clarín. No encuentra una vía de conocimiento de la realidad pues fue defraudado, engañado, por los métodos de las creencias religiosas, el razonamiento filosófico y las teorías científicas. Ninguno lo convence y, parafrasenado los estadios de Aguste Comte, en alguna parte llega a formular que la humanidad ha visto pasar la superchería teológica, la superchería metafísica y la superchería científica. La solución que se brinda es el amor.