Este relato trata la historia de Laurela, objeto de deseo de Esteban, quien se ha enamorado de ella tan pronto como la vio. Debido a que éste pertenece a una clase social inferior no puede acercarse a cortejarla por las vías acostumbradas, de modo que decide trasvestirse de mujer -de los pocos casos que se dan en la literatura áurea de esto, pues lo usual es que la mujer se disfrace de hombre para vengar su honor como se puede percibir en las breves descripciones de las novelas que ofrecemos arribapara solicitar lo acomoden entre las doncellas que le sirven en la casa a la bella Laurela. Una vez que logra entrar, Esteban (quien ahora se hace llamar Estefanía) gana rápidamente la afición de Laurela debido a sus atenciones y sus habilidades líricas y musicales. A lo largo del desengaño se insinúa y bromea respecto al amor que le tiene Estefanía a Laurela. Hasta el padre de esta última, Bernardo, -quien se ha enamorado de Estefanía y la persigue sin saber que es hombre, sugiriendo que este caso de trasvestismo sale bien logradoasevera en un punto: "de tan castos amores bien podemos esperar hermosos nietos". Cuando finamente se da la anagnórisis y Esteban revela su verdadera identidad, Laurela oscila entre la ofensa por semejante atrevimiento y el reconocimiento de los sentimientos que sentía hacia ella, ahora él. Finalmente decide que sí quiere dejarlo todo y partir con él aún después del engaño y cae en los brazos de Esteban quien, una vez logrando poseerla, la abandona, dejándola deshonrada. Al regresar a casa, Laurela no sólo tiene que lidiar con su honor mancillado sino que es castigada por su familia y el final trágico que le tenía guardado el destino.