El arte de la ficción consta de tres artículos, el primero de Besant en el que imparte una conferencia que fue muy comentada por la prensa. Con la autoridad de un experimentado escritor, Besant ofrece al eventual aprendiz una serie de reglas prácticas del buen novelar. El segundo y central capítulo de este "arte de la ficción" se debe a Henry James. En él replica a Besant en sus mismos términos y con el mismo título de su disertación.
Para James la ficción ha de burlarse de los preceptos, emplearlos en su beneficio mientras le sean útiles y desecharlos cuando le estorben. El tercer capítulo se debe a Stevenson y éste con insolente ironía le da a su contrarréplica el título de "una humilde amonestación". Su alegato esgrime el arma punzante del sentido común. Para él la ficción es un elemento que está en todas las artes salvo la arquitectura.