Correspondió al grupo a que pertenecía Xavier Villaurrutia (1903-1950) llevar adelante la renovación lírica de México. Alrededor de 1925, cuando el modernismo cumplía su importantísimo ciclo en nuestras letras, las subsecuentes promociones de escritores empezaron a aplicar nuevas normas estéticas que habrían de imponer distintas actitudes ante la creación literaria. Tocó a Xavier Villaurrutia, desde las revistas Ulises (1927-1928) y Contemporáneos (1928-1931), intervenir en la maduración de esas concepciones. Las actividades de su pluma, primeramente inclinadas a la crítica , se extendieron después lo mismo a la poesía que al teatro o al relato, y han ejercido persistente influencia en las últimas generaciones. En su múltiple personalidad, Xavier Villaurrutia supo unir, a la atención que por igual mostró frente a las diversas artes, un conocimiento constantemente remozado con la lectura de todo aquello que se relacionara con su vocación. De esa manera, siempre ajeno a las improvisaciones, sus ideas son un ejemplo de rigor que, con mucho, aplicó acertadamente en la totalidad de su obra.
Este volumen comprende la poesía, el teatro, las prosas varias y la crítica villaurrrutianos, y está precedido de un prólogo que sitúa al escritor dentro de su época, estudia la índole de su trabajo y, sin profusión de fechas ni de datos, explica el mundo interior de una obra significativa durante el segundo cuarto del siglo XX.
Los textos aquí reunidos, en cuya recopilación trabajaron Luis Mario Schneider y Miguel Capistrán, ofrecen una imagen muy amplia de las variadas tareas a que Villaurrutia consagró su pluma y son una lección de la vivacidad con que, durante su fecunda etapa creadora, enfocó multitud de problemas estrictamente relacionados con la cultura. La bibliografía, preparada por Luis Mario Schneider, tanto aquella que se refiere a lo que publicó el autor como la que acerca de él fue escrita, será una preciosa ayuda para quien desee penetrar en otros campos de su trabajo que aquí no se hallan recogidos.