1995 / 19 sep 2018 11:53
Uno de sus más importantes animadores José Mancisidor (1895-1956) había escrito con anterioridad novelas de asunto revolucionario. Contribuyó a esta tendencia con relatos y novelas de inspiración socialista: La ciudad roja (Jalapa 1932), sobre la huelga de inquilinos en Veracruz, y Nuestro petróleo (1953). Mancisidor escribió además estudios sobre Zola, Marx, Lenin, Miguel Hidalgo y Barbusse. Después de su muerte se publicó su Historia de la Revolución Mexicana (1958).
Estudió en la Escuela Militar de Maestranza, situada en San Juan de Ulúa. Ya convertido en sargento, en 1914, luchó contra los invasores norteamericanos en el Puerto de Veracruz; al negarse a la rendición, huyó con otros compañeros a la Ciudad de México. Afiliado al constitucionalismo, formó parte de la Brigada Ocampo que actuó al mando de Heriberto Jara en los estados de Veracruz, Puebla, Oaxaca, Tabasco y la Ciudad de México. Durante la rebelión delahuertista organizó guerrillas campesinas (1923-1924) y, posteriormente, participó en el movimiento opositor a la reelección de Obregón. Fue comandante militar y gobernador interino de Quintana Roo (1917), síndico de la Junta de Administración Civil de Xalapa y diputado por su estado natal (1926). En 1931 fungió como director de la Imprenta Oficial del Estado de Veracruz y durante la presidencia de Lázaro Cárdenas fue jefe del Departamento de Enseñanza Secundaria. Realizó numerosos viajes por los Estados Unidos, la Unión Soviética y algunos países europeos. En 1937 recorrió los frentes republicanos españoles. Fue profesor de la Escuela Normal Veracruzana, de la Escuela Normal Superior y de la Secundaria 8. Por invitación de la Universidad de Nuevo León se dirigió a Monterrey a impartir un curso sobre Historia de México cuando murió. Fundó y fue presidente de la Sociedad de Amigos de la urss, del Instituto Cultural Mexicano-Ruso, de la Organización Federal de Escritores y Artistas Revolucionarios, de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (lear), y director de su revista Ruta (1933-1935 y 1938-1939). Colaboró en El Dictamen, La Voz del Campesino, Claridad, El Gladiador, Aurora, Simiente, del semanario El Horizonte (1895), de Veracruz; de El Nacional, así como de su semanario, "Revista Mexicana de Cultura", y de las revistas Crisol y Ruta, de la Ciudad de México.
José Mancisidor Ortiz, ensayista y narrador. Ligó sus convicciones con la literatura, que fue su herramienta didáctica para contribuir al progreso nacional. Fue el más entusiasta creador y propagandista de la literatura proletaria. La asonada, su primera novela, denuncia los frecuentes levantamientos de los caudillos que impedían el desarrollo de México; La ciudad roja se ocupa del movimiento de inquilinos que hubo en Veracruz, que concluye con la inevitable muerte de su promotor, un sindicalista. Esta visión desencantada de la realidad mexicana cede su lugar a una visión más optimista en sus obras posteriores. De una madre española, producto de su experiencia en España, narra los sufrimientos y, a la vez, el orgullo de una madre cuyo hijo se encuentra en el frente republicano. En la rosa de los vientos presenta una visión distinta de la Revolución, en la que el desinterés por el poder y los anhelos de libertad y justicia guían las acciones del protagonista. Frontera junto al mar, considerada por la crítica su mejor novela, presenta ciertos rasgos autobiográficos al ocuparse de la lucha del pueblo veracruzano contra la dictadura de Huerta, a la vez que de la heroica defensa del puerto contra los invasores norteamericanos. El alba en las simas, llamada Nuestro petróleo en su segunda edición, narra las dificultades con las que se enfrentó el gobierno de Cárdenas durante la nacionalización del petróleo. La mayor aportación de Mancisidor al género del cuento fue la realización de las dos antologías más importantes de su tiempo: Cuentos mexicanos del siglo xix y Cuentos mexicanos de autores contemporáneos. Sus ensayos abordan temas afines a sus ideas de izquierda, al ocuparse de personalidades de Marx, Lenin, Stalin y de las obras de Barbusse, Balzac y Zolá, que reflejan la sociedad de su tiempo. Fue de los primeros escritores mexicanos en ocuparse de la literatura soviética. Nueva York revolucionario y Ciento veinte días son resultado de sus impresiones sobre los movimientos sociales que presenció en los Estados Unidos y en la Unión Soviética. Dedicó varios libros al estudio y la reflexión sobre periodos históricos, como la Revolución Mexicana, y sobre personajes protagónicos como Hidalgo, Morelos y Carranza.
Instituciones, distinciones o publicaciones
Ruta
El Nacional
Crisol. Revista de crítica.