Quien asiste a una librería en busca de la obra que le ayude a informarse o a pasar un buen rato no sabe a qué complejos problemas se enfrentan las personas que eligen los libros que están a la venta. Para que esas tiendas colmadas de ejemplares puedan subsistir, es necesario que las elecciones de compra del encargado de la librería no sólo le den al negocio un sello propio sino que además produzcan un razonable margen de utilidad. En la incesante toma de decisiones acerca de comprar o no comprar un título específico, o acerca de cuántos ejemplares debe adquirir, el librero suele prestar atención a factores que parecen de gran relevancia pero que tal vez no tengan tanta, como el descuento que logren arrancarle al editor. Esa inconsciente ceguera hace que se pierda de vista un ingrediente mucho más importante para la rentabilidad de la librería: la rotación de inventario.
En esta monografía se presenta una novedosa manera de enfrentar las decisiones de compra que caracterizan el trabajo diario de los libreros. Con una mezcla de sensatez y datos duros, y con la seguridad de quien confía en la utilidad de la información estadística, Leonard Shatzkin analiza las prácticas usuales entre quienes deciden qué y cuánto comprar para que la librería esté bien provista y a la vez sea rentable. Así, aborda temas como: la rotación de inventario, la frecuencia y el tamaño de los pedidos, la amplitud del inventario, las decisiones automatizadas de compra, las devoluciones y los descuentos al cliente.
En este breve libro se presentan las herramientas que un librero puede utilizar para detectar, con base en su experiencia de ventas, las mejores oportunidades de compra. De esa manera, los cientos de decisiones que habría de tomar pueden reducirse a sólo aquellas en que el buen gusto, la sensibilidad o la inspiración sean necesarias. Si aceptamos que no hay recetas simples para que una librería sea un buen negocio, las ideas contenidas en esta obra son una ayuda, objetiva y aplicable, para que el librero logre el equilibrio entre los propósitos culturales y los financieros.