Guillermo Prieto, quien fuera considerado a finales de la década de los ochenta –en un concurso organizado por el periódico La República–, como el poeta más popular de México, aparte de los textos que recogió en Versos inéditos y en el Romancero nacional, escribió innumerables poemas durante los años que permaneció en Chihuahua y en Paso del Norte al lado de don Benito Juárez, y que ahora aparecen en su segunda edición –corregida y aumentada– bajo el nombre de Cancionero.
La invasión francesa y el llamado Imperio de Maximiliano habían confinado al gobierno de la República en este extremo del país, en donde Guillermo Prieto alternaba sus labores como administrador de Correos, redactor y editor del Periódico oficial, y como poeta.
La mayoría de los poemas que integran el Cancionero se remontan al periodo comprendido entre 1863 y 1865 y expresan la indignación, la sátira y el humorismo de un hombre que participó activamente en la lucha político-social con el fin de contribuir a la creación de una conciencia nacional. En Guillermo Prieto –afirma Ysla Campbell– “el rechazo a la política intervencionista implicó la satirización de lo extranjero y la revaloración de lo propio, Todo ello llevaba aparejada una concepción poética consistente en un intento de consolidación de la literatura mexicana [, , ,] en una poesía, fresca, bulliciosa, desordenada, a través del rescate de las expresiones populares, del canto a los héroes y a las costumbres nacionales”.