Renovador fundamental de la narrativa contemporánea, Salvador Elizondo ha creado a lo largo de sus obras un universo de escritura propio donde el lenguaje se subvierte a sí mismo. La suya es una sola senda de herrajes mallarmeanos que, con variadas formas y técnicas narrativas, indaga a través de imago y metáfora la esencia oculta de las historias, la realidad contradictoria. Mirada interior, la prosa de Elizondo alude a una vocación filosófica que trasciende toda convención literaria y cuestiona toda premisa.
Recopilación de los ensayos publicados entre 1959 y 1971, Teoría del infierno presenta toda una epistemología, en la que se hace evidente no sólo el análisis preciso y riguroso de los autores y las ideas que habrían de signar a Elizondo (Sade, Bataille, Baudelaire, Blake, Joyce y Pound, además de González Martínez, Tablada y Gorostiza), sino también la gran agudeza intelectual con que su amor indaga en la historia de la literatura y en las ideas, explorando un territorio poco comprendido hasta entonces y refiriéndose a temas tan singulares como la concepción del infierno y la inteligencia como método de creación del arte puro.
Salvador Elizondo (México, 1932), narrador, ensayista, poeta, dramaturgo y traductor, cursó letras y artes plásticas en la UNAM. Hizo estudios superiores en diversas universidades del extranjero, entre ellas Cambridge, y en el Institut des Hautes Études Cinématographiques. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de las fundaciones Ford Guggenheim. Ha colaborado en varias revistas y suplementos del país, como Excélsior, Universidad de México, Unomásuno y Vuelta, entre otros. Es miembro de la Academia Mexicana y de El Colegio Nacional. En 1965 recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su novela Farabeuf y en 1990 el Premio Nacional de Letras por toda su obra.