Óscar Liera es una de las figuras más destacdas de la dramaturgia mexicana de fines del siglo xx, tres veces Premio Juan Ruiz de Alarcón (1984, 1987 y 1988). Teatro escogido contiene casi una veintena de obras (poco menos de la mitad de su corpus en este género literario) de gran intensidad dramática, lo mismo las de aliento épico que las de tono intimista, y son las que más satisfacían al propio autor. Entre las primeras se encuentran El jinete de la Divina Providencia, Los caminos solos y El camino rojo a Sabaiba, y entre las segundas, Dulces compañías y Las juramentaciones.
El poder -del tipo que sea- y el pueblo han encontrado en Liera a uno de sus más inteligentes estudiosos. La suya es también la mirada más aguda sobre el santo ladrón Jesús Malverde, quizá el único mito popular que haya aparecido en la segunda mitad del siglo pasado.
Armando Partida, el estudioso por excelencia de la obra del dramaturgo sinaloense, afirma en la introducción a este volumen: "En su estilo predomina el escurrir mismo del imaginario al modo de las consejas, de la oralidad, de la narrativa tradicional y de la lírica popular".