Alfonso Reyes registró en las páginas de su Diario (1911-1959) cerca de cinco décadas que comprenden la totalidad de su vida adulta. De estas páginas sólo la escritura correspondiente al periodo de 1911 a 1930 había visto la luz en forma de publicación, auspiciada por su hijo y su nieta, a diez años de la muerte del polígrafo, en 1969.
En 1995, Alicia Reyes, nieta y albacea de don Alfonso, anunció que daría continuidad a esta monumental empresa editorial. En la realización de esta tarea estaba acompañada por José Luis Martínez (1918-2007), antiguo discípulo y colaborar de Reyes, ex director del Fondo de Cultura Económica y editor él mismo de los cuatro últimos tomos de las obras del escritor de las obras del escritor regiomontano. De común acuerdo con Alicia Reyes, don José Luis se puso al frente del grupo de especialistas que acometieron esta ingente labor, cada uno de ellos representante de las principales instituciones con las que Reyes tuvo relación.
El público lector y el mundo de las letras hispánicas tuvieron que aguardar todavía muchos años para poder acceder a los episodios cruciales de la vida íntima, literaria, diplomática, política y académica del insigne humanista universal. Los editores de este Diario confían en que su trabajo recompense tan prolongada espera y que su dedicación emule y corone el gran empeño que don José Luis puso en este proyecto, su último compromiso intelectual.
El doctor Alberto Enríquez Perea, quien ha sido compilador, coordinador, editor y autor de estudios, correspondencia e informes diplomáticos de Alfonso Reyes, es el editor de este cuarto tomo del Diario. Es profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y asesor de la Colección Capilla Alfonsina, que fuera coordinada por Carlos Fuentes.