Horacio Quiroga fue el maestro del cuento corto latinoamericano. En sus escritos exploró temas de lo más disímiles entre sí -desde las injusticias raciales y la desigualdad económica hasta aproximaciones a fenómenos cinematográficos o tecnológicos, sin embargo, las principales inquietudes que estructuraron su obra fueron constantes. Por un lado, aprovechó sus repetidas estancias en la selva para hacer de su experiencia y las anécdotas de aquellas regiones y la tensión entre civilización y naturaleza. Por otro lado, advirtió que la amenaza al hombre no siempre se encuentra fuera de él, e hizo de la memoria, la locura y la enfermedad el centro de sus más escalofriantes narraciones. Además de la novedad que implicó en su tiempo la vigencia que sostiene hasta el día de hoy, la obra de Quiroga es reconocida por deformar la realidad, de manera casi imperceptible, a partir de un elemento extraño que lo trastoca todo, cautivando y atemorizando a niños y adultos, En Cuentos para leer sin compasión se han seleccionado aquellos relatos en los que el carácter implacable de la naturaleza se despliega con mayor intensidad.