El Jazz, como la poesía, abreva de muchas tradiciones y diversifica su apuesta hacia terrenos imposibles de la sonoridad.
Con el paso del tiempo, el jazz ha sumado a su corpus interpretativo la voz de muchos poetas que, en su música, en la mitología que facunda y en el impulso de rebelión que sustentó su paso a las construcciones elaboradas del bebop o el cool, encontraron no sólo temáticas, sino formas de expresión verbal. Este mismo pulso es el que evoca Crónicas del Milton’s Playhouse, título que alude al escenario donde nació el jazz moderno, pero también a las formas de narrar que encierra la poesía en prosa. Éste es un libro de personajes como Charlie Parker, John Coltrane y Miles Davis, quienes deambulan como los radiantes fantasmas de un cuento inacabable.